sábado, 18 de enero de 2014

El regreso al hogar, epílogo de la historia del viaje del Elder Pratt a Chile 1851-1852

Por Rodolfo Acevedo
Archivo: Páginas Locales Chile
Liahona Diciembre 1984

(continuación)

“Le he hablado de nuestra doctrina, del bautismo y la persecución contra la Iglesia, del asentamiento en las montañas, del Libro de Mormón y también de la maldad del adulterio, las borracheras, el juego y otros pecados”.

“Él ha tomado todo esto muy bien y habla de ir a las montañas con nosotros”.  “Lo que es muy notable para ser chileno es que ni fuma ni toma”.

“Los chilenos son una mezcla de sangre española e india… probablemente la mitad de ellos no sabe leer ni escribir. Su conocimiento de las artes y la industria es escaso”.

“En su relación son francos, sencillos, y extremadamente sociables, aparentemente afectuosos, pero con tendencia al engaño en sus tratos; hay sin embargo, muchas y honorables excepciones a esta falta o mal hábito”.

“La Biblia en general no es conocida por ellos, estando su lectura prohibida por su religión, pero aun así me encontré con muchas personas que la leían”.2

La compañía del Elder Pratt en Quillota, la ciudad refrescante.


Por Rodolfo Acevedo
Archivo: Páginas Locales Chile
Liahona, Agosto 1984

La ciudad de Quillota remonta su historia al largo período de tiempo que antecedió a la época de la conquista Española, cuando era un poblado indígena dependiente del Incanato del Perú.

Su fundación como ciudad aconteció el día 11 de noviembre de 1717, en pleno período Colonial de nuestra historia patria.

Quillota cuya significación autóctona es “refrescante” fue la segunda ciudad de Chile que acogió al Elder Pratt y su compañía, por aquel entonces un pequeño y tranquilo poblado campesino, enclavado en medio de un valle con un microclima privilegiado, y de variada producción agrícola, especialmente frutas como paltas, chirimoyas, lúcumas, etc.

“Salimos de Valparaíso en una carreta tirada por bueyes, llegando en la mañana del día 25 a Quillota (enero 1952), un pueblito ubicado en un fértil y hermoso valle que bordea un río a 36 millas de Valparaíso”.1

domingo, 25 de agosto de 2013

Ellos prepararon el camino, Wendell Herbert Hall y Merryll W. Hall

Por Rodolfo Acevedo
Archivo: Páginas Locales Chile
Liahona, Abril 1989

El advenimiento del año 1962 sorprendió a los chilenos en los preparativos previos a la iniciación del campeonato mundial de fútbol, cuya sede seria nuestro país y en el cual nuestra representación nacional obtendría una destacada participación.

Mientras tanto en la naciente Misión Chilena de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sus líderes afinaban los detalles relacionados con la pronta construcción de la primera capilla mormona en Chile, la cual se levantaría en los terrenos comprados por la Iglesia en la calle Manuel de Salas 401 en Ñuñoa.

Fue justamente en medio de estos preparativos los primeros días de marzo de ese año que arribó a nuestro país una familia mormona desde los Estados Unidos integrada por Wendell H. Hall, su esposa, Merryll, y sus seis hijos.